Sorprende lo que Jeff Jarvis publicó el otro día en Guardian Unlimited: Books will disappear. Print is where words go to die. Una vez atraída la atención con el titular escandaloso, bien es cierto que modera su voz:
I’m merely arguing that the book is an outdated means of communicating information. And thanks to the searchable, connected internet, books could be so much more.
Y a pesar de todo, quizá inconsciente de algunas otras dimensiones que el libro tiene, además del tipo de soporte material, mantiene la idea de que
today, any medium that defines itself by its medium is in trouble: newspapers, broadcasting and books must be valued for their substance over their shape. Is a book bound paper? Or is it the ideas and information within? If there are better ways to share knowledge, why should it suffer the limitations of the page?
El caso es que los numerosos comentarios de su artículo piden y exigen matices a este planteamiento tecnocrático de Jarvis.
Bien es cierto que no se puede decir todo en un artículo. Y que tampoco conviene exagerar lo dicho por Jarvis, porque tiene buenas razones, que comparto, cuando habla de los periódicos. Pero decir que el libro es un medio de comunicación anticuado, pasado de moda, es cuando menos -además de una exageración- una falta de información y sobre todo una falta ...LEER TEXTO COMPLETO EN E-CUADERNO
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