Aún las mujeres no tienen claro si la red es útil o no y hasta qué punto. Cualquier día se pondrán a ello. De momento solo las más jóvenes lo tienen asumido. Veremos qué pasa con el resto.
Fuente: La Vanguardia.
Los resultados del buscador Google son a menudo sorprendentes. Al introducir las palabras "mujeres informáticas" la herramienta ofrece 4.670 enlaces. Cuatro de los diez primeros resultados llevan a páginas donde se explican chistes sobre mujeres programadoras –dejando en evidencia su inteligencia y con un alto contenido sexual– o donde se cuestionan sus capacidades profesionales. El resto o son neutros o están dedicados a fomentar la presencia de la mujer en la tecnología. Lo mismoocurre en resultados posteriores. Unamuestra perfecta de la situación de las mujeres en cuanto a la red se refiere.
Los estereotipos femeninos abundan en el mundo tecnológico, como ya indicaba un estudio de la Universidad de Cambridge encargado por la Unión Europea en el 2006 –denunciaba hostilidad hacia las mujeres en estos sectores–. Sin embargo, hay quien lucha contra esa tendencia y trata además de impulsar el interés de las féminas por las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), conscientes de que el 50% de la población mundial no puede ni debe quedarse descolgado de unas herramientas que lideran los cambios sociales y económicos del siglo XXI. La tarea es difícil. "La brecha digital de género persiste y en algunos casos se agranda, sobre todo en los usos avanzados de internet", advierte Angustias Bertomeu, investigadora de e- Mujeres.
Aunque se ha mejorado en los últimos años, España todavía está lejos de las cifras de los países del norte de Europa. La brecha digital de género se ha reducido entre el 2004 y el 2008, pasando del 22% al 11%, indica el informe de la fundación Orange 2009. El apartado que aborda la brecha digital de género ha sido elaborado por el Observatorio e-igualdad de la Universidad Complutense de Madrid, que dirige Cecilia Castaño, investigadora también de la Universitat Oberta de Catalunya. El informe identifica tres estadios de desigualdades en la red. Un primero referente al acceso. Ahí es donde más se ha avanzado, pero la disparidad se mantiene. El segundo se refiere a los usos que se hace de ella. El 64% de los hombres accede a internet cada día, frente al 57% de mujeres –la edad y el nivel de estudios da algunos matices–. Además, ellas se conectan de una forma más pragmática, buscan temas relacionados con la salud, la formación o el empleo, mientras que ellos usan la red sobre todo para temas relacionados con el ocio. El tercer estadio tiene que ver con las aplicaciones que están a la cabeza del desarrollo de internet, lo usos avanzados –ver cuadro–. Ahí es donde la desigualdad es más evidente.
Esta situación hace que las mujeres no aprovechen todo el potencial de la red para que su vida sea más sencillayque los contenidos que abundan en el ciberespacio estén creados, principalmente, con una visión masculina del mundo.
Como la teoría de que existen clases de humanos más dotados intelectualmente que otros se desechó por falsa hace tiempo, no cabe la posibilidad de pensar que el cerebro femenino esté menos preparado para apretar un botón o mover el ratón. Incluso (¡Oh!) son capaces de superar con éxito una carrera tecnológica. Sin embargo, la mujer tiene poca presencia en las ingenierías, menos incluso que en la red. Las facultades de informática españolas apenas alcanzan un 20% de matriculaciones femeninas. En Catalunya, de los 8.577 matriculados en carreras técnicas para el curso 2009-2010, sólo el 23% eran mujeres. Se trata del área de estudio con más desequilibrio, incluso por delante de las ciencias de la salud, donde las mujeres son mayoría con un 73% de matriculaciones. "Somos prisioneros de los estereotipos", afirma Cecilia Castaño para dar alguna explicación de este hecho extensible a todo el mundo - la Universidad de Boston ha encargado una investigación para aclarar el fenómeno y buscar soluciones-.La diputada socialista Lourdes Muñoz, internauta activa y defensora de los derechos de la mujer, recuerda que cuando ella estudiaba informática en la Universitat de Barcelona se cambió el plan de estudios. La licenciatura en Informática pasó a llamarse Ingeniería Informática. Resultado: "las matriculaciones de mujeres bajaron sorprendentemente". La idea de que la mujer es torpe en cuestiones tecnológicas todavía perdura.
Muñoz tiene claro que para que internet y la tecnología en general dejen de ser un terreno hostil para las mujeres sólo cabe una solución: "la igualdad de género en todas sus facetas". Según datos del INE, el uso frecuente de internet entre hombres y mujeres se hace más dispar en la franja de edad de los 35 a los 44 años - casi 9 puntos-y vuelve a crecer entre los 45 y los 54 años - 14 puntos a favor de los hombres-,algo que coincide con el momento álgido de la carrera profesional.
Cuando se creó la red, algunos pensaban que, al estar todo por hacer, se podría crear un mundo mejor que el analógico. Más igualitario, más libre. El fallo radica en que el ciberespacio no es una realidad separada de la vida física, sino una extensión de esta. "Por lo tanto, las desigualdades del mundo físico se reproducen", indica Montserrat Boix, experta en TIC y género. Boix pone como ejemplo las cruzadas que han de emprender algunas mujeres y también hombres para eliminar contenidos sexistas de Wikipedia - la mayoría de colaboradores de la enciclopedia colaborativa son masculinos-.Para que la red sea más igualitaria, la creación de contenidos debería ser proporcional a la diversidad mundial. Hacen falta más mujeres colgando contenidos y participando en internet, sostienen estas expertas. También más desarrolladoras de software para cambiar los productos y hacerlos aptos para todos los públicos.
Fuente: La Vanguardia.
Los resultados del buscador Google son a menudo sorprendentes. Al introducir las palabras "mujeres informáticas" la herramienta ofrece 4.670 enlaces. Cuatro de los diez primeros resultados llevan a páginas donde se explican chistes sobre mujeres programadoras –dejando en evidencia su inteligencia y con un alto contenido sexual– o donde se cuestionan sus capacidades profesionales. El resto o son neutros o están dedicados a fomentar la presencia de la mujer en la tecnología. Lo mismoocurre en resultados posteriores. Unamuestra perfecta de la situación de las mujeres en cuanto a la red se refiere.
Los estereotipos femeninos abundan en el mundo tecnológico, como ya indicaba un estudio de la Universidad de Cambridge encargado por la Unión Europea en el 2006 –denunciaba hostilidad hacia las mujeres en estos sectores–. Sin embargo, hay quien lucha contra esa tendencia y trata además de impulsar el interés de las féminas por las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), conscientes de que el 50% de la población mundial no puede ni debe quedarse descolgado de unas herramientas que lideran los cambios sociales y económicos del siglo XXI. La tarea es difícil. "La brecha digital de género persiste y en algunos casos se agranda, sobre todo en los usos avanzados de internet", advierte Angustias Bertomeu, investigadora de e- Mujeres.
Aunque se ha mejorado en los últimos años, España todavía está lejos de las cifras de los países del norte de Europa. La brecha digital de género se ha reducido entre el 2004 y el 2008, pasando del 22% al 11%, indica el informe de la fundación Orange 2009. El apartado que aborda la brecha digital de género ha sido elaborado por el Observatorio e-igualdad de la Universidad Complutense de Madrid, que dirige Cecilia Castaño, investigadora también de la Universitat Oberta de Catalunya. El informe identifica tres estadios de desigualdades en la red. Un primero referente al acceso. Ahí es donde más se ha avanzado, pero la disparidad se mantiene. El segundo se refiere a los usos que se hace de ella. El 64% de los hombres accede a internet cada día, frente al 57% de mujeres –la edad y el nivel de estudios da algunos matices–. Además, ellas se conectan de una forma más pragmática, buscan temas relacionados con la salud, la formación o el empleo, mientras que ellos usan la red sobre todo para temas relacionados con el ocio. El tercer estadio tiene que ver con las aplicaciones que están a la cabeza del desarrollo de internet, lo usos avanzados –ver cuadro–. Ahí es donde la desigualdad es más evidente.
Esta situación hace que las mujeres no aprovechen todo el potencial de la red para que su vida sea más sencillayque los contenidos que abundan en el ciberespacio estén creados, principalmente, con una visión masculina del mundo.
Como la teoría de que existen clases de humanos más dotados intelectualmente que otros se desechó por falsa hace tiempo, no cabe la posibilidad de pensar que el cerebro femenino esté menos preparado para apretar un botón o mover el ratón. Incluso (¡Oh!) son capaces de superar con éxito una carrera tecnológica. Sin embargo, la mujer tiene poca presencia en las ingenierías, menos incluso que en la red. Las facultades de informática españolas apenas alcanzan un 20% de matriculaciones femeninas. En Catalunya, de los 8.577 matriculados en carreras técnicas para el curso 2009-2010, sólo el 23% eran mujeres. Se trata del área de estudio con más desequilibrio, incluso por delante de las ciencias de la salud, donde las mujeres son mayoría con un 73% de matriculaciones. "Somos prisioneros de los estereotipos", afirma Cecilia Castaño para dar alguna explicación de este hecho extensible a todo el mundo - la Universidad de Boston ha encargado una investigación para aclarar el fenómeno y buscar soluciones-.La diputada socialista Lourdes Muñoz, internauta activa y defensora de los derechos de la mujer, recuerda que cuando ella estudiaba informática en la Universitat de Barcelona se cambió el plan de estudios. La licenciatura en Informática pasó a llamarse Ingeniería Informática. Resultado: "las matriculaciones de mujeres bajaron sorprendentemente". La idea de que la mujer es torpe en cuestiones tecnológicas todavía perdura.
Muñoz tiene claro que para que internet y la tecnología en general dejen de ser un terreno hostil para las mujeres sólo cabe una solución: "la igualdad de género en todas sus facetas". Según datos del INE, el uso frecuente de internet entre hombres y mujeres se hace más dispar en la franja de edad de los 35 a los 44 años - casi 9 puntos-y vuelve a crecer entre los 45 y los 54 años - 14 puntos a favor de los hombres-,algo que coincide con el momento álgido de la carrera profesional.
Cuando se creó la red, algunos pensaban que, al estar todo por hacer, se podría crear un mundo mejor que el analógico. Más igualitario, más libre. El fallo radica en que el ciberespacio no es una realidad separada de la vida física, sino una extensión de esta. "Por lo tanto, las desigualdades del mundo físico se reproducen", indica Montserrat Boix, experta en TIC y género. Boix pone como ejemplo las cruzadas que han de emprender algunas mujeres y también hombres para eliminar contenidos sexistas de Wikipedia - la mayoría de colaboradores de la enciclopedia colaborativa son masculinos-.Para que la red sea más igualitaria, la creación de contenidos debería ser proporcional a la diversidad mundial. Hacen falta más mujeres colgando contenidos y participando en internet, sostienen estas expertas. También más desarrolladoras de software para cambiar los productos y hacerlos aptos para todos los públicos.
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