El nuevo acuerdo de Google, presentado ante el juez, restringe su ámbito de aplicación a obras editadas en el mundo anglosajón
ANTONIO FRAGUAS
Para intentar aplacar las críticas lanzadas desde Francia y Alemania, el nuevo texto restringe el catálogo de libros que Google digitalizará sin previo aviso: serán sólo aquéllos publicados en EE UU, Reino Unido, Australia y Canadá, o que estén registrados en la oficina de copyright de EE UU. "A no ser que estén registrados en EE UU, cualquier libro del resto del mundo queda fuera del ámbito del nuevo acuerdo que se ha presentado al juez", ha declarado por vía telefónica Luis Collado, responsable para España y Portugal del proyecto de Google Libros.
Google, pues, fracciona los tiempos en los que su proyecto se desarrollaría: acelararía el proceso en el mundo anglosajón y lo retrasaría (a la búsqueda de más apoyos y consenso) en Europa: "Vemos como una oportunidad perdida el limitar la cobertura internacional... hay muchos libros que no van a recuperar la visibilidad. Es una pena que todos esos libros no estén bajo el acuerdo. La intención de Google es comenzar a hablar con los editores europeos para intentar llegar a acuerdos más o menos similares al estadounidense. Esas conversiones comenzarán en las próximas semanas o meses", ha dicho Collado.
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