Las competencias básicas nos lían

Nos lían las competencias básicas. No hay un profesor de competencias básicas pero la ley nos dice que lo importante es que los alumnos cuando acaban la ESO han de ser competentes, es decir, tienen que haber alcanzado un nivel competencial suficiente no en matemáticas o en lengua o en tecnología o en inglés o en dibujo, ... Los alumnos han de ser competentes para la vida: comunicación, metodologías, habitos personales y sociales. Claro que los profesores con los que contamos no son profesores de estas competencias, son profesores de diferentes materias. Alguien deberá, o debería velar para que desde las diferentes materias se aborden los contenidos competenciales y en teoría esa labor debería estar cubierta por una programación equilibrada de los contenidos de las diferentes asignaturas y un análisis transversal de las mismas.

Pero en la práctica los libros escogidos por los profesores de cada uno de los departamentos no guardan ninguna línea común ya que corresponden a diferentes editoriales y planificaciones. Para colmo la opción metodológica basada en libros de texto está en crisis actualmente debido al auge de internet que los hace absolutamente innecesarios.

Así que repaso lentamente estas competencias básicas y pienso en mi instituto y me digo vaya Javier, vaya, ¿quién y cómo se ocupa de la competencia que hace referencia al tratamiento de la información y a la competencia digital, quién? y mi pregunta se pierde en el aire. Sobre todo porque cada año desde el trabajo en mi asignatura de castellano,(siempre a pesar del instituto, no gracias a él) he tenido que empezar de cero en este aspecto siempre que he tenido nuevos alumnos, da igual que hayan sido de primero de ESO, o segundo, o tercero, o cuarto, o bachillerato. Cada año, con alumnos nuevos para mí, he tenido que empezar de cero. Eso significa que a pesar de que teóricamente entre todas las asignaturas los alumnos tendrían que haber adquirido algunos conocimientos tic, en la práctica en mi instituto no es así.

Y ahora viene la gran pregunta. ¿Es coherente que puesto que los alumnos a los que tengo que dar clase no adquieren de ninguna de las maneras esa competencia tic, me plantee yo hacer desde mi asignatura de lengua castellana un trabajo orientado a que los alumnos al finalizar la ESO hayan adquirido el nivel competencial adecuado en lo referente a las tic? Para mí la respuesta es muy clara ya que una asignatura como castellano tiene fuertes vinculaciones con el tratamiento de la información y el trabajo de las capacidades comunicativas y claramente se puede hacer un todo entre ambas competencias: las tic son el instrumento, la comunicación y el lenguaje es el contenido.

Si alguien quiere saber más sobre este tema le invito a seguir esta caza del tesoro.