Inicio un nuevo blog en el que voy a analizar fundamentalmente la calidad estilística de lo que se escribe:
En estos momentos se está primando por encima de todo la cantidad de entradas. Da igual el tema. Cuanto más masificado esté, mejor. Lo importante es, parece, posicionamiento, visitas, número de páginas e ingresos por publicidad. No seré yo quien vaya a discutir o modificar esos parámetros. Ni me corresponde ni tengo capacidad para ello. Tampoco tengo nada contra ellos y yo mismo participo de la fiesta. Pero no se pueden aceptar entradas sin calidad expresiva y gramatical. No se pueden aceptar traducciones automáticas. Se ha de revisar la coherencia y la cohesión de lo que escribimos. Se ha de revisar la ortografía. Y si un blogger en concreto escribe alguna incorrección ha de haber una supervisión posterior por parte de los responsables de la plataforma. Nos merecemos, quienes leemos y escribimos, ese control de calidad. ¿Está la blogosfera en la fase del todo vale? Esperemos que no.
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