FUENTE Y ARTÍCULO COMPLETO: CIBERPAIS
Gonzalo Trespaderne da clases de Filosofía. Manuel Merlo, de Biología. En 2004 les llenaron el aula de ordenadores. Un PC con Internet para cada dos alumnos, "pero había muy pocos contenidos para las clases". Desde entonces elaboran juntos contenidos educativos.
El primero fue Los caminos de la felicidad. En forma de novela interactiva, un grupo de adolescentes desgranan la historia de la ética y los problemas morales de la sociedad actual. A sus alumnos del instituto Abdera de Adra (Almería) les encantó y también al Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (CNICE), que lo premió por fomentar la competencia lectora, como más adelante también distinguió su segundo recurso educativo Axial. Un mundo de valores. "El primer premio fue muy gratificante. La lectura siempre se ha trabajado en el aula, aunque el informe PISA deje fatal a España en este aspecto".
Hace años que maestros y profesores se ponen las pilas para sacar provecho de las nuevas herramientas educativas, que conviven con la tiza y la pizarra, si éstas no se han convertido en digitales. Hay alumnos que aprenden inglés con Flash, ecuaciones con hojas de cálculo y dibujo técnico con Autocad, o trabajan en red con otros colegios europeos y filosofan por Internet.
La vigente ley educativa (LOE) establece que los alumnos deben dominar las nuevas tecnologías -es una de las ocho competencias básicas- al terminar la educación obligatoria. Sin embargo, todavía son una minoría. El 80% del alumnado de ESO nunca o casi nunca usa el ordenador en clase, según el informe Las tecnologías de la información y la comunicación en la educación, elaborado por el CNICE y la entidad pública Red.es para el Plan Avanza.
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