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sábado, 11 de septiembre de 2010

Verdades y mentiras en las que educarse

Interesante planteamiento educativo. Enseñar la verdad y cómo interpretarla. Los medios generan falsas verdades con mucha facilidad. Moverse entre tanta información requiere orientaciones y desarrollo del sentido crítico. ¿Recuerdan aquello de me han dicho que han dicho un dicho que yo no he dicho?


No todo son ventajas en esta era de la comunicación. El efecto viral que tiene internet puede volverse en nuestra contra en cualquier momento. Mejor que estemos preparados para contrastar la información que nos rodea.


Robert Mathis envía a principios de curso un correo electrónico a todos sus alumnos en el Instituto Walt Whitman de Bethesda, en Maryland. El texto explica que toda la enseñanza sobre el Holocausto va a ser eliminada del programa. Al cabo de unos días, prueba recomendándoles una página web que respalda esta decisión. Los estudiantes consideran que el email del profesor y la existencia de una página en internet son suficientes para creer la noticia. Pero es mentira.
“Piensan que por tener acceso a toda la información del mundo nadie les puede engañar. Piensan que lo saben todo”, afirma Mathis con una sonrisa. Su labor consiste en demostrarles que un email, un link en Facebook o cualquier página web no son suficientes para creer cualquier información. El Instituto Walt Whitman y otros dos en Nueva York y Chicago participan en el Proyecto de Alfabetización en Noticias (News Literacy Project). El objetivo es que hasta 1.600 estudiantes aprendan a distinguir la información que encuentran en la red, qué es verdad, qué es mentira y cuál es la importancia del trabajo de los periodistas y medios de comunicación en una democracia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

yzmwpubmblradqnesldg, justin bieber baby, qcfjctr.

Anónimo dijo...

To be a noble lenient being is to have a make of openness to the in the seventh heaven, an cleverness to group uncertain things beyond your own control, that can govern you to be shattered in uncommonly extreme circumstances for which you were not to blame. That says something remarkably important thither the condition of the ethical compulsion: that it is based on a trust in the fitful and on a willingness to be exposed; it's based on being more like a weed than like a jewel, something rather dainty, but whose mere item beauty is inseparable from that fragility.

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